Debido a las críticas a su primer largometraje, "L'Age d'Or", el director Luis Buuel no encuentra nuevos trabajos. Un antropólogo llamado Maurice Legendre le entrega a Buuel un estudio etnográfico sobre la región española de Las Hurdes y le pregunta si consideraría hacer un documental sobre esa región. El amigo de Buuel, el escultor Ramón Acin, compra un billete de lotería y promete, si gana, utilizar el dinero para financiar la película. De hecho, Ramón gana y cumple su promesa. Entonces Buuel reúne un equipo de rodaje en la ciudad de La Alberca.
Desde La Alberca, Buuel conduce al grupo a un monasterio que también funciona como albergue. Desde el monasterio, el equipo explora los pueblos vecinos. Los pueblos consisten en casas destartaladas en forma de cajas empaquetadas. Las calles sinuosas entre las casas hacen que cada aldea parezca un laberinto, y Ramón observa que los techos dentados se asemejan a las escamas de una tortuga. La tripulación está consternada por las condiciones de pobreza de esas casas. La abundancia de sus suministros de alimentos asombra a los aldeanos. Cuando comienzan a filmar una escuela, descubren que los lugareños ganan la mayor parte de su dinero con fondos del gobierno, para el cuidado de los niños huérfanos, y que los escolares se congregan alrededor de Buuel desesperados por su afecto. Ser adoptado. Buuel encuentra más tarde a una niña que muere en la calle y se siente impotente por no tener la medicina adecuada que pueda curarla.
Aunque la película es un documental, Buuel pone en escena muchas secuencias con efectos dramáticos, a pesar de la desaprobación de su equipo. En La Alberca, Buuel contrata a Ramón, un granjero, para que reconstruya la tradición local de arrancarle la cabeza a un gallo. Más tarde, Buuel quiere filmar una imagen de una cabra montesa resbalándose y cayendo por un acantilado, pero dispara a una cabra muerta en lugar de esperar a que ocurra un accidente. Buuel también dispone que las abejas maten a tiros a un burro, que se utilizará como símbolo del sufrimiento de la población local.
Durante el rodaje, Buuel es perseguido por las pesadillas de su problemática infancia. Una pesadilla sobre su madre y la Virgen María lo obliga a disfrazarse de monja. Cuando la niña enferma finalmente muere, Buuel tiene una pesadilla en la que ve a un amigo de la región como la Muerte. La pesadilla lo inspira a que los aldeanos reconstruyan el funeral de un niño para la película.