Principe de Persia: Las arenas del tiempo

La película Prince of Persia the Sands of Time está inspirada en el videojuego del mismo nombre que ha vendido millones de copias en todo el mundo. Walt Disney Pictures y el productor Jerry Bruckheimer han decidido llevar al personaje a la gran pantalla, esperando repetir el éxito logrado con Piratas del Caribe. La película abarca el mismo género donde se pueden encontrar escenas de acción, batallas, magia e impresionantes. La historia cuenta sobre el príncipe Dastan (interpretado por Jake Gyllenhaal), quien escapa con la sacerdotisa Tamina (interpretada por Gemma Arterton) para defender la daga sagrada que contiene las arenas del tiempo, un regalo de los dioses que puede revertir el tiempo y permitir que el propio dueño para gobernar el mundo. El príncipe y la sacerdotisa deberán enfrentarse a los numerosos criminales contratados por el malvado Nizam, que quiere poseer la daga sagrada.

La película no es la simple adaptación del videojuego, sino una gran historia épica, con un esquema clásico, muy emotivo y realista, que contiene muchos giros. Si bien el personaje de Dastan es muy dinámico y atlético, Tamina es muy espiritual. Tamina es la Princesa de Alamut, ciudad que es invadida por los persas y luego secuestrada, por lo que tiene un odio visceral hacia los invasores. Dastan y Tamina a pesar de tener personajes diferentes y aparentemente contrastantes, unen fuerzas y vuelven sobre los hechos que están preocupando a Persia y de esta manera aprenden a conocerse. Prince of Persia no es solo una película de acción y aventuras, no es una comedia romántica, hay tantos momentos dramáticos y la película arrastra al espectador en muchas direcciones diferentes.