Una buena solución para hacer una pared, quizás completamente blanca, única y agradable, son los vinilos decorativos. Se trata de láminas para pegar directamente sobre el color de la pared, con un sistema que evita burbujas y desprendimientos no deseados, acomodando perfectamente cada pequeña irregularidad del yeso.
Son un sistema cada vez más popular y muy apreciado para transformar el aspecto de una estancia, como una cocina o una sala de espera, en pocos minutos, con un eslogan, un tema o un bello dibujo estilizado. También son muy populares, en muebles modernos, para salas de estar y dormitorios.
Los temas disponibles son muchos y también puedes crear variantes personalizadas, creando un espacio único caracterizado según tus gustos. Son la solución ideal para aquellos que, por ejemplo, no pueden trabajar directamente con stencils y pintar la pared, quizás porque está alquilada, o simplemente porque no quieren gastarse una fortuna en el pintor.
Las pegatinas están fabricadas en un material plástico particular, resistente a los arañazos y sobre todo lavable, por lo que si por algún motivo acaban manchadas, bastará con una pasada de esponja para devolverlas a su esplendor original sin riesgo de que se desprendan.
Las pegatinas de pared son extremadamente fuertes y es muy difícil rasgarlas sin tijeras. Esto nos asegura que incluso si una pequeña Reina de las Nieves de alguna manera lograra sacarlos de la pared, no podría separarlos y llevárselos a la boca.
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