Rufus: La serpiente marina que no sabía nadar
A veces, las mejores historias surgen de las contradicciones más absurdas. Tomemos como ejemplo a Rufus: es una serpiente marina que no sabe nadar. Es como ser un panadero alérgico a la harina o un cartero con miedo a las distancias. Sin embargo, es precisamente esta rareza lo que hace tan cautivadora la nueva película de animación noruega "Rufus: La serpiente marina que no sabía nadar", que se estrenará en otoño de 2025.
El proyecto se basa en una serie de libros infantiles que abarcaron casi cincuenta años, desde 1972 hasta 2019. Tor Åge Bringsværd y el ilustrador Thore Hansen crearon un pequeño universo que ha acompañado a generaciones de lectores noruegos, y ahora ese mundo está a punto de cobrar vida en la pantalla con un presupuesto de aproximadamente 9,5 millones de euros.
La trama no reinventa la rueda, pero tiene todos los ingredientes necesarios: una isla secreta que alberga una comunidad de monstruos marinos, protegida por el tío Ludvik, una especie de dragón chino capaz de cubrirlo todo de niebla cada vez que pasan barcos. El problema es que Ludvik enferma justo cuando alguien debe ir a Escocia a visitar a la tía Nessie (sí, la del lago Ness) en una misión importante. ¿Y adivina quién va? Así es, Rufus, el que tiene una… complicada relación con el agua.
Lo que llama la atención es el enfoque visual. La película combina la calidad del 3D con la estética del dibujo tradicional, en la línea de producciones recientes como "El Gato con Botas" y "El Robot Salvaje". Una elección que, en teoría, suena prometedora, sobre todo si los estudios finlandeses Anima Vitae (de la trilogía Niko) y el belga NeXtFrames la gestionan con éxito.
Detrás del proyecto está Maipo Film, que ya ha demostrado su experiencia con la trilogía stop-motion de Louis y Luca. La productora Cornelia Boysen no es ajena al cine familiar, y esto se refleja en la estructura de la historia: aventura, humor y valores omnipresentes como la valentía y la amistad.
Claro, la premisa de "el marginado se convierte en héroe" es un clásico de la animación. Pero sigue funcionando porque habla de algo que todos conocemos: esa sensación de no ser lo suficientemente bueno, de no pertenecer. Rufus debe salvar su isla de ser descubierta por los humanos, pero primero debe reconciliarse consigo mismo. Como dice el eslogan: "Cuando otros se acobardan, los héroes se lanzan, aunque no sepan nadar".
La película se estrenará primero en Noruega, distribuida por Nordisk Film, y Sola Media se encargará de la distribución internacional. Las primeras escenas se proyectarán en el Mercado de Cine Americano en noviembre y, según dicen, el personaje ya ha conquistado a quienes la han visto.
Veremos si Rufus logra causar sensación en un mercado de animación cada vez más concurrido. Mientras tanto, la idea de una serpiente marina con miedo al agua ya me hizo sonreír.


















